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Sobre la invasión de algas en RD
SANTO DOMINGO. Muchas personas nos han contactado para aclarar la situación causada por la gran cantidad de algas que están llegando a nuestras costas y sobre todo acumulándose en las playas en las últimas semanas. Se trata de dos especies de algas flotantes llamadas sargazo (Sargassum natans y S. fluitans). Son nativas de nuestros mares, pero las cantidades en que están llegando están preocupando a muchos. Por esto queremos aclarar algunos puntos básicos que han acordado los expertos internacionales en torno a este fenómeno.
No es la primera vez que este fenómeno ocurre en el Caribe ni en República Dominicana. Un florecimiento similar de sargazo ocurrió en 2011 (el cual reportamos), y también en 2014. Aunque los especialistas que estudian el fenómeno no tienen respuestas para todo, sí han podido determinar que NO vienen del Mar de los Sargazos (Atlántico noroeste), como se había pensado inicialmente. El origen probable es más al sur, en una o varias zonas del Atlántico ecuatorial (entre África y Suramérica), donde se conoce que han variado los patrones de corrientes. Esto probablemente se debe a las mayores temperaturas de la superficie del mar, así como a una disminución de los vientos. Todo esto se está vinculando al fenómeno del cambio climático global.
Al parecer, el florecimiento de estas algas ha sido favorecido por una abundancia de nutrientes depositados por la gran cantidad de polvo del Sahara que llega a esas partes últimamente. De hecho, se piensa que en 2015 ha habido una cantidad récord de este polvo en la región.
Normalmente, las balsas flotantes de sargazo proveen refugio a especies migratorias y hábitat a más de 100 especies de peces (incluyendo atunes y dorados), mariscos y tortugas marinas. De hecho, algunos pescadores dominicanos nos han reportado una gran abundancia de dorados últimamente. Sin embargo, también conocemos algunos efectos negativos: los mismos pescadores nos han reportado problemas en sus motores fueraborda, cuyas hélices se enredan con las algas en el mar. Y sobre todo, los hoteleros de playa, particularmente en la zona de Bávaro-Punta Cana, dicen que los turistas se quejan y algunos incluso han pedido compensaciones, pues no pueden disfrutar de la playa ni el baño por las algas.
Al salir a tierra, el sargazo muere y los microrganismos que las descomponen pueden agotar el oxígeno disuelto en las aguas de la orilla. Esto parece haber provocado una mortandad de peces y crustáceos en Bahía Regalada, Juancho (Prov. Barahona) en una zona de manglar y playa del Parque Nacional Jaragua que es un conocido criadero. A partir de fotos recibidas, las especies afectadas incluyeron peces como bocayates, mojarras, lisas, doctores, jaibas siricas (cangrejo azul) y juveniles de langosta. Aunque no tenemos datos de calidad del agua que lo confirmen, sospechamos que las altas temperaturas de esta semana junto a la descomposición de grandes cantidades del sargazo en la orilla durante las últimas semanas causaron la asfixia de estos organismos que dependen de aguas bien oxigenadas para vivir.
Precaución al limpiar las costas
En respuesta a esta situación, varios hoteles han iniciado programas de limpieza del sargazo en playas, especialmente en la zona de Bávaro. Sin embargo, el sargazo ayuda a la estabilidad de la arena de la playa y a evitar su erosión. Por eso, si se decide eliminar el sargazo de las playas, debe lograrse un balance y establecerse con cuidado dónde, cuándo y cómo debe hacerse. Si no son grandes cantidades, el sargazo que se queda en la playa, eventualmente es limpiado por el oleaje, las mareas o la próxima tormenta.
En playas erosionadas o que están perdiendo arena, retirar el sargazo y arar la arena aumentará la erosión por el viento, empeorando la situación. Si se hace con maquinaria pesada (p. ej. palas mecánicas), esto conlleva un retiro adicional de grandes cantidades de arena. Por ello se recomienda barrido a mano, con rastrillos. Si hay cantidades superiores a los 3 pies de espesor, se recomienda sólo usar maquinaria para la capa superior, y el resto con rastrillo para reducir la pérdida de arena. También debe tenerse cuidado en áreas de anidamiento de tortugas y de aves costeras. Y debería barrerse en marea baja o cuando haya poca probabilidad de que el viento o las tormentas pueden traer nuevas algas inmediatamente.
Los expertos además recomiendan que las algas retiradas sean colocadas en áreas de playa erosionada. También, el sargazo es un excelente abono como compost después de lavarse y mezclarse con tierra o estiércol. Numerosos otros usos se están investigando, como biocombustible, fertilizantes y alimento de animales y peces, por ejemplo. Por eso es importante, pues quizás esta situación seguirá en años venideros, y como país, nos conviene adaptarnos y crear oportunidades de ella en lugar de sólo verla como un problema.
Doctora Yolanda León
-Profesora investigadora y Encargada del Laboratorio de Geomática del INTEC y Presidente de Grupo Jaragua-