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República Dominicana necesita un sistema de respuesta ante la invasión de las iguanas verdes
SANTO DOMINGO. -República Dominicana se encuentra actualmente en un proceso de invasión por parte de la iguana verde. Esta especie fue introducida hace unas cinco décadas aproximadamente al país y, en la actualidad, se puede encontrar de forma natural invadiendo zonas agrícolas y boscosas.
“Las iguanas verdes son malas noticias, debido a que defecan en piscinas, autos y causan daños a la salud humana y a la infraestructura, ya que cavan debajo de caminos causando colapso y son un peligro extremo en las carreteras y significan un costoso retraso en los aeropuertos”.
A raíz de este problema, Jane Haakonsson, Oficial Terrestre del Gobierno de Islas Caimán, recomendó a las autoridades de República Dominicana establecer un sistema de respuesta temprana, monitorear la población o distintas subpoblaciones ya establecidas, que las autoridades actúen de forma inteligente y sistemática, y encontrar una solución que funcione para el país.
“Los depredadores naturales son insuficientes y en islas Caimán se identificó una correlación entre la densidad de la iguana verde y las áreas perturbadas, por lo cual es necesario encontrar fondos ya que es un problema que nos va afectar a todos”, expresó Haakonsson.
Durante la charla “Acciones de manejo en la isla Gran Caimán: Controlando la Sobreabundancia de la Iguana Verde”, realizada gracias al apoyo de USAID-USFW en colaboración con el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y el Museo Nacional de Historia Natural, la representante del gobierno de Islas Caimán dijo que la iguana verde fue introducida a islas Caimán en la década de 1970 y fue comercializada como una mascota exótica.
“Antes del huracán Iván impactar a Gran Caimán en 2004 las observaciones de iguana verde en la naturaleza eran pocas, sin embargo, cuando se monitoreó por primera vez en 2014 la población se estimó en 254,162 iguanas”, dijo Haakonsson, quien resaltó que en el estimado anual de iguanas verdes realizado en Gran Caimán para agosto de 2016 era de 814,855 iguanas, y en igual mes de 2018 la cifra superaba las 1,319,939 iguanas.
Salud pública e impacto al ecosistema
Las iguanas verdes causan daños a la salud y seguridad pública, a través de la transmisión de las enfermedades zoonóticas, provocadas por virus, bacterias y parásitos. “Los riesgos para la salud humana son causados por la presencia de iguanas podridas a raíz de muertes naturales en el hábitat invadido, donde las mismas pueden dispersar patógenos al ambiente”.
Estos riesgos de enfermedad ya están presentes en la isla Gran Caimán, donde recientemente fue identificada una nueva infección bacteriana produciendo la muerte a la iguana azul, una especie en peligro de extinción. Esto último, coloca en gran riesgo a nuestras dos iguanas de las rocas endémicas.
“Las iguanas verdes a su vez, se están alimentando de animales salvajes, como polluelos de pájaros y abejas, por consiguiente, las especies de aves en peligro de extinción están en grave riesgo.”
Las autoridades de las Islas Caimán realizaron acciones de gestión con el objetivo fundamental de minimizar la abundancia de las iguanas verdes, utilizando una o más medidas de control entre ellos evaluar la logística y los costos de los esfuerzos de control y evaluar la respuesta de la población de iguanas a controlar.
“En la primera fase del control se eliminó 4,370 iguanas verdes, durante 151 horas de caza; en la segunda fase, se eliminó 14,468 iguanas verdes, para un total de 16 toneladas durante 567 horas de caza, y para la tercera fase llevada a cabo en toda la isla se eliminaron 29,000 iguanas”.
La representante de Medio Ambiente de las Islas Caimán, dijo que para continuar el monitoreo de la población en toda la isla, se utilizaran los datos de monitoreos anuales para modelar la dinámica de la población utilizando la teoría de la cosecha y así tomar mejores decisiones para actualizar la estrategia de eliminación.
Además, se realizarán controles sistemáticos, cuando la densidad sea menor, distrito por distrito; se usará el acceso a la tierra como incentivo, se plantearán las regulaciones para las especies invasoras y mejoraran su plan de bioseguridad.