Categorias:
Fecha de publicación:
Guerrero afirma el equilibrio de poder es esencial al sistema democrático
El periodista y escritor Miguel Guerrero afirmó esta noche (martes 7 de mayo) que la distribución “racional y equilibrada” de los poderes y órganos del Estado es esencial al buen funcionamiento del sistema democrático y que, por el contrario, la excesiva concentración de esos poderes en un partido o en un liderazgo constituye “una serie amenaza a la libertad y al desarrollo económico y social”.
Guerrero habló en la puesta en circulación de su nuevo libro “El rugido del león”, una obra crítica de las administraciones del hoy ex presidente Leonel Fernández, llevada a cabo en la Sala Ravelo de la biblioteca del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), ante una concurrida audiencia.
Dijo que espera que su obra contribuya a auspiciar una profunda y permanente reflexión acerca de los peligros del mesianismo en la política y la importancia de una práctica política sana, en la que el gobierno cumpla a cabalidad su papel de regulador, con una oposición vigorosa, que garantice las libertades públicas, el estado derecho, la transparencia en el manejo de la riqueza nacional y el fomento de la actividad productiva “sin los enojosos controles estatales que fomentan la corrupción y enturbian la práctica democrática”.
El libro, prologado por el abogado constitucionalista Cristóbal Rodríguez, fue presentado por el también abogado y politólogo Pedro Catrain, quien dijo que en “El rugido del león”, el autor “traza con acuciosa profundidad la antropología política de quien a principios de este siglo se convirtió en el principal enemigo de la democracia dominicana” y señala que Guerrero ”introduce una reflexión importante sobre el poder y las perturbaciones que puede experimentar una sociedad cuando éste se ejerce sin límites ni controles”.
Según Catrain, con este nuevo libro impreso en Editora Centenario, el autor “se introduce también en la zoología política”, convirtiéndose en uno de los escasos periodistas dominicanos “que tiene capacidad de crítica frente al poder”.
Por su parte, en el prólogo de la obra, el doctor Cristóbal Rodríguez, quien también habló en el acto, resalta que el título del libro “no remite a los usos discursivos típicos del estadista de una nación civilizada, sino a los desafueros propios del Estado de naturaleza donde la única ley es la ley de la fuerza y el garrote, la del cálculo feroz para el zarpazo mortal, la del rugido avasallante que en medio de la selva profiere la bestia para atemorizar y someter”.
Agrega que Guerrero pudo “sintetizar en el título de su libro el contenido simbólico profundo de la vocación de poder absoluto que anima la acción política del expresidente Fernández y de la formación política que la sustenta. Y es por eso que el León tiene que rugir y seguir rugiendo mientras tenga aliento. Porque el rugido es el símbolo desesperado de su vigilia, la advertencia de que , como Calígula, no puede dormir, de que emprendió el camino sin regreso en busca de la luna, de los descabellado, de la inmortalidad, de lo imposible: esa loca pretensión de calmar con más poder, la propia sed de poder”.
Esta es la obra número 13 de Guerrero, quien ha publicado también las siguientes: En la tierra prometida (1979); La generación de mis padres (1979); Enero de 1962. El despertar dominicano, 1988; La lucha inevitable (1990); Los últimos días de la Era de Trujillo(1981); El golpe de Estado. Historia del derrocamiento de Juan Bosch (1993); La ira del Tirano (1994), que narra el atentado de Trujillo contra el presidente venezolano Rómulo Betancourt; Trujillo y los héroes de junio (1996); Al borde del caos (1999); El mundo que quedó atrás (2002): Tocando fondo (2006) y la Herencia trágica del populismo (2012).
Guerrero ha recibido numerosos premios y reconocimientos como escritor, entre los cuales figuran Premio nacional de Historia (2000), premio al mejor libro del año en la Feria Internacional del Libro (2000), por Al borde del caos; Premio Anual de la Unión de Escritores Dominicanos (1994), Premio Literario islas 91, del Instituto Cultural del Caribe, de Miami, Florida.
La alcaldía de Miami le honró al declarar, con la entrega de un pergamino, el 6 de julio de 1991 como el Día de Miguel Guerrero. También posee la Orden de Duarte, Sánchez y Mella, en el grado de Caballero (1978) y el Caonabo de Oro, por su labor como periodista.