Palabras en Aniversario 45° del INTEC
Apreciadas amigas, apreciados amigos
Nuestra institución está cumpliendo 45 años. Seguramente, algunos de ustedes todavía conservarán en la memoria la imagen de un pequeño edificio en medio de malezas, y se asombrarán del camino recorrido hasta llegar al punto en que hoy nos encontramos. Si se establece un símil con la vida de una persona, podría decirse que el INTEC se encuentra en una etapa de temprana madurez, en la que se combina un buen número de realizaciones con igual número de aspiraciones. Permítanme entonces aprovechar esta ocasión para un rápido recuento de ambas cosas.
En el lado de las realizaciones, no tengo dudas de que cada etapa de la historia institucional del INTEC ha sido un escenario para nuevos pasos de avance. En los últimos años, los mayores logros se concretan en la acreditación de una gran parte de nuestros programas y en el inicio de una reforma curricular de largo alcance, basada en competencias, que progresivamente transformará la forma de aprender y enseñar en nuestra universidad y servirá de modelo para otras.
De igual modo, la actividad investigativa ha seguido fortaleciéndose a lo largo del tiempo. Entre 2014 y 2017, por ejemplo, se pusieron en marcha más de 20 grupos de investigación y el número de proyectos de investigación presentados a la última convocatoria del FONDOCYT triplicó el número de propuestas sometidas a la convocatoria anterior. Esto no es casualidad, sino resultado de una estrategia bien definida de atraer y motivar a un capital humano de primer nivel, lo que se evidencia en el hecho de que el porcentaje de profesores de INTEC con nivel doctoral es más del doble del porcentaje en cualquier otra universidad del país.
En otro orden, el INTEC ha seguido avanzando hacia su posicionamiento como espacio de reflexión social. En ese sentido, se destaca la realización de iniciativas como los Foros de Negocios y el Dialogo INTEC para la Acción, cuyas actividades generan una gran cobertura de los medios. Y solo como ilustración adicional, el Primer Informe de Análisis de la Economía Dominicana, elaborado por docentes y estudiantes del Área de Economía y Negocios, generó más de tres editoriales en los medios de prensa escrita del país y un despliegue de primera plana en algunos de estos medios.
Como resultado de todo esto, puede afirmarse que la universidad ya ha creado las condiciones necesarias para un gran salto hacia adelante y que ahora estamos listos para asumir retos que antes parecían insuperables. Estoy seguro de que los próximos años nos permitirán alcanzar metas aún más ambiciosas en nuestro interminable y excitante viaje de mejora continua. Eso me lleva entonces a ponderar brevemente nuestras aspiraciones.
Como todos conocen, recientemente hemos iniciado el proceso de elaboración de un nuevo Plan Estratégico, que guiará las acciones de la universidad para los próximos 5 años y establecerá con precisión las prioridades institucionales para el futuro cercano. Sin embargo, me atrevo a adelantar algunas metas que intuyo estarán presentes de una forma u otra en nuestros lineamientos estratégicos.
Una primera aspiración es la profundización del proceso de reforma curricular basada en competencias. En este aspecto, se deberá lograr que todos los programas incorporen innovaciones esenciales para garantizar procesos de evaluación y mejora continua, mayor vinculación con los sectores externos, sistematización de avalúos al término de las carreras de grado y programas de postgrado, así como mayor vinculación de los estudiantes con las labores de investigación, entre otros.
Una segunda aspiración es el crecimiento sostenido de la matriculación, sin desmedro de la calidad y preservando la equidad. Esto debe dar lugar a un análisis profundo de los factores de atracción en la población de interés y de las fortalezas y debilidades de la institución. Como instrumentos en esa tarea, estamos trabajando en la implementación de un Programa de Crédito Educativo que permita el acceso de estudiantes de bajos recursos, y en un ambicioso programa de Consejería Académica para contribuir a la retención de los estudiantes que ya están con nosotros.
Una tercera aspiración es la mejora significativa en la calidad de nuestros servicios. La meta final es convertir al INTEC en un modelo de servicio para todos los relacionados (estudiantes, profesores, egresados y otros) en el curso de los tres próximos años. Y antes de acabar el trienio, el INTEC deberá estar en condiciones de postularse al Premio Nacional a la Calidad del Sector Privado.
La cuarta aspiración es una vinculación efectiva y sostenible con los sectores productivos, Gobierno y sociedad civil. Con ese fin en mente, cada área académica deberá contar con Comités Consultivos funcionales, cuya contribución deberá fortalecerse a lo largo del tiempo. Asimismo, cada programa de postgrado deberá identificar claramente una matriz de necesidades sociales que procurará atender, junto a mecanismos de verificación y seguimiento para garantizar logros significativos en ese sentido.
De paso, eso deberá llevar a la diversificación de nuestras fuentes de ingreso, para limitar la dependencia de ingresos por matriculación. La experiencia demuestra que una universidad de calidad no puede depender exclusivamente del pago por parte de los estudiantes, y que se requiere ampliar la base de sustentación con otras fuentes de ingresos. En la actualidad, hemos establecido la aspiración de un 30% de ingresos fuera de matriculación, pero no hemos pasado de 20%. Esto constituye, por tanto, una quinta aspiración.
Y, por último, una sexta aspiración es contar con una infraestructura mejorada. En otras palabras, las capacidades del campus deberán seguir aumentando con la construcción de facilidades indispensables contempladas en el Plan Maestro de Infraestructura. Esas facilidades están claramente identificadas y el reto mayor es identificar formas de financiamiento, a lo que estamos dedicando una buena dosis de esfuerzo.
Como ven, señoras y señores, el reto se resume a seguir transformando una institución excelente en una institución todavía mejor. En sus primeros 45 años, el INTEC ha demostrado que el trabajo continuo rinde frutos, y hemos logrado un prestigio local y regional tal vez insospechados. En los próximos 10 o 15 años, la ambición general debe ser que ese prestigio regional se traduzca en reconocimiento global, y que el nombre de nuestra institución sea justamente reconocido entre los mejores del mundo. Yo no tengo dudas, y sé que ustedes tampoco, de que así será gracias al trabajo de todos.
Muchas gracias, amigas y amigos.