Palabras en Aniversario 44° del INTEC
Apreciadas amigas, apreciados amigos
Quiero agradecer la presencia de cada uno de ustedes en este acto mediante el cual conmemoramos la ocurrencia de un gran milagro: el nacimiento del INTEC. Como es ya costumbre, este escenario nos ofrece la oportunidad de rememorar los logros de los meses anteriores, visualizar el futuro en un ejercicio permanente de previsión y renovar los votos de compromiso con la universidad.
En lo que a mi concierne, no hay ningún acto que me emocione tanto como este ni existe ningún día que me haga sentir tan orgulloso de ser parte de la colmena inteciana. En ese espíritu, y sin ánimo de enturbiar el ambiente de celebración, debo comenzar mis palabras rindiendo un tributo a la memoria de dos abejas gigantes que pasaron al descanso eterno a lo largo del presente año.
El pasado rector Rafael Corominas fue una pieza de valor incalculable en la historia institucional, que deberá recordarse por su gesto de valor y nobleza cuando puso su prestigio al servicio de la universidad en el momento de incertidumbre en que le tocó ejercer la Rectoría. Era una especie de rey Midas que convertía en éxito todo lo que tocaba, ya fuera como académico, como ministro, como líder de colegio profesional o como exitoso emprendedor. Y por encima de todo, don Fello fue una persona humilde, que me impresionaba no solo por lo que decía sino también por lo que callaba, pues sus silencios revelaban la prudencia de un carácter superior.
A su vez, Miguel Gil Mejía fue un inteciano modélico, que sirvió a la institución a lo lardo de décadas, desde su posición como primer Director de Registro hasta sus funciones como Vicepresidente de la Junta de Regentes. Tenía una inteligencia privilegiada y un sentido del humor fuera de lo común, herramientas que usaba a voluntad, como si fueran espadas, para romper cualquier nudo gordiano. Como funcionario del INTEC, fue parte de una de las historias emblemáticas de la institución, cuando reportó el hecho de que una buena parte de los estudiantes no satisfacía los criterios de excelencia de la institución y aportó el análisis necesario para la decisión de reducir drásticamente la matrícula, en una opción preferencial por la calidad. Y, en adición a sus otras virtudes, don Miguel era un fanático liceísta, lo que prueba de forma indiscutible que era un hombre que sabía de pelota.
Sabemos que el binomio de nacimiento y muerte es una regla de la naturaleza a la que no podemos escapar, de modo que la partida de estos gigantes, aunque nos entristece, debe servirnos más bien como fuente de inspiración. Es por eso que dedico a ellos la memoria de los avances que el INTEC ha tenido en los últimos meses y que paso ahora a rememorar brevemente para ustedes.
Para decirlo en pocas palabras, 2016 ha sido un año impresionante, por la intensidad con que hemos vivido y por la cantidad de realizaciones. En los últimos meses se ha puesto en marcha la reforma curricular en cuyo marco se han diseñado más de diez nuevas carreras y programas, en áreas tan novedosas que hasta ahora ninguna universidad había asumido el reto de explorarlas. Por otro lado, se logró la acreditación de todos los programas de negocios por parte de una agencia de prestigio internacional y son evidentes las mejoras es el sistema de evaluación e incentivo de los profesores, a través del Índice de Eficiencia Docente y otros instrumentos.
De igual modo, la universidad ha dado un paso de avance con la creación de varios grupos de investigación en el marco de una normativa dirigida al fomento de esa actividad. De hecho, la combinación de un gran número de investigadores de calidad excepcional, la oportuna sistematización de instrumentos de fomento a la labor investigativa y la disponibilidad de recursos que superan a los recursos disponibles en cualquier otro momento de nuestra historia, permiten augurar que de aquí en adelante los resultados en esa materia serán sin precedentes.
Un aspecto de especial importancia en 2016 fue la reciente obtención de la primera patente lograda por una universidad dominicana, gracias al diseño de un Catalizador de Calentamiento Automático como resultado del trabajo conjunto de estudiantes y profesores del Área de Ingenierías. En el ámbito de la gestión, destaco la mejora en los procesos de apoyo logístico, incluyendo áreas como compras y mantenimiento, el perfeccionamiento del sistema de evaluación de desempeño y el inicio de un proceso de remuneración basada en resultados, la creación de una unidad de Mercadeo que acabará transformando nuestras formas de promoción, la puesta en marcha de un Módulo Presupuestario que habíamos visualizado por mucho tiempo y la virtualización de varios servicios ofrecidos por la universidad a los estudiantes. En materia de infraestructura, la finalización de los edificios para Ciencias de la Salud y estudios de postgrado son dignos de mención.
En suma, yo creo firmemente que hay pocos ámbitos que no hayan mejorado en los últimos doce meses, y continuar una enumeración de los avances sería una labor prolongada. Por tanto, quiero que me permitan finalizar destacando solo dos o tres hechos que se refieren a nuestra forma de convivencia y gobernabilidad. Específicamente, destaco que en 2016 se logró la institucionalización de un esquema de selección de decanos mediante procesos cada vez más abiertos y participativos, la formación de Comités de Áreas en estricto cumplimiento a la normativa (incluyendo la representación estudiantil y profesoral) y la aplicación efectiva de una política contra el abuso sexual.
Todo eso no viene del aire, sino de un esfuerzo colectivo extraordinario. Por tanto, es el momento de reconocer y felicitar el trabajo de todos. Como rector, tengo el orgullo de decir que en esta colmena no hay abejas ociosas, pues tenemos por delante un compromiso moral que solo puede cumplirse a través del trabajo y el esfuerzo continuo. Es ese trabajo, sostenido por 44 años, que nos ha permitido llegar hasta aquí, y es ese el trabajo que nos hará alcanzar metas aún mayores en el futuro. Con ese fin en mente, pido a la administración afrontar con sentido de propósito el proceso de Planificación POA y Presupuesto 2017 en que nos encontramos, para cerrar con broche de oro el Plan Estratégico 2013-2017.
Tenemos por delante el desafío de desarrollar un curriculum innovador, basado en el desarrollo de competencias y con mayor orientación a las necesidades de desarrollo del país; poner en marcha los primeros programas doctorales en ciencias de una universidad dominicana; de presentar nuevas solicitudes de patentes y avanzar hacia la transferencia al mercado y explotación comercial de la patente ya lograda. Un reto de igual importancia es llevar nuestros laboratorios a un nuevo estadio en la prestación de servicios a la sociedad.
En 2017 nos espera también la puesta en marcha de un sistema de evaluación de 360 grados para los directivos (…) y un sistema de beneficios flexibles (…); el desarrollo del programa INTEC Busca Talento, que permitirá pasar de un esquema basado en las relaciones primarias para dar paso a un sistema moderno de detección y atracción del talento.
El resultado final de todo esto debe ser una imagen renovada y el sentimiento de orgullo que produce el cumplimiento del deber. Como he dicho, INTEC ha llegado a su madurez con un claro posicionamiento en la sociedad y tenemos la obligación de preservar y aumentar ese patrimonio intangible a través de nuestro trabajo. Hace algunos años, cuando nos planteamos la misión de ser reconocidos, eso era un enunciado aspiraciones, que parecía estar muy distante. Hoy yo no tengo dudas de que estamos muy cerca de lograrlo y me siento realmente dichoso de poder ser testigo de ese gran momento de nuestra historia institucional.
Feliz resto del día y muchas gracias por la atención.