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INTEC e Inafocam concluyen diplomado sobre Enseñanza de la Lengua de Señas
Un total de 71 monitores sordos de Santo Domingo (26); región Norte (22), región Sur (9) y región Este (14) cursaron el diplomado que contó con la asesoría técnica del Comité Científico del Simposio Internacional de Educación para Personas Sordas
SANTO DOMINGO. – El Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y el Instituto Nacional de Formación y Capacitación del Magisterio (INAFOCAM) concluyeron el diplomado en Enseñanza de la Lengua de Señas como L1 y L2, dirigido a coeducadores sordos que trabajan en las escuelas y aulas específicas para estudiantes de su misma condición enseñado la lengua de señas.
Un total de 71 monitores sordos de Santo Domingo (26); región Norte (22), región Sur (9) y región Este (14) cursaron el diplomado, que contó con la asesoría técnica del Comité Científico del Simposio Internacional de Educación para Personas Sordas, para fortalecer sus competencias pedagógicas y lingüísticas respecto a la enseñanza en lengua de señas.
María Córdoba, coordinadora académica del diplomado, indicó que el programa formativo fue concebido para dar solución a un problema que existía en el país desde hace años y no se había enfrentado: la formación de los monitores para niños sordos. “Hoy gracias a esta iniciativa, como docente investigadora de INTEC, logramos con el apoyo de INAFOCAM atender a esta población y ofrecerles una capacitación integral”, dijo.
El programa de diplomado se realizó en un formato híbrido, con clases virtuales completamente asincrónicas y encuentros presenciales una vez al mes para practicar, reforzar, retroalimentar y evaluar las competencias previstas.
En el acto de clausura, Onelia Aybar Sepúlveda, asesora del Instituto para Sordos Santa Rosa y Directora de Logística del Simposio Internacional de Educación para Personas Sordas, destacó que más del 95 % de los niños sordos en República Dominicana han nacido en el seno de familias oyentes, razón por la cual se ven seriamente impedidos de acceder a la adquisición de su primera lengua, que es la lengua de señas, debido a que sus familias no la dominan.
“De no corregirse a tiempo esta dificultad, los niños sordos sufrirán lo que se denomina privación lingüística y pueden ver gravemente retrasado el desarrollo de su lenguaje y de su pensamiento, y, por ende, de todos sus procesos cognitivos, herramientas básicas para el éxito escolar, académico y laboral”, señaló.
En ese sentido, argumentó que las figuras llamadas a ser modelos lingüísticos, enseñando su primera lengua a los niños sordos ante el desconocimiento de la misma por parte de sus padres, son los co- docentes sordos, quienes también enseñan la lengua de señas a las familias de esos niños, para asegurar su inclusión plena en el primer y más importante espacio de inclusión que es el ámbito familiar.
Aybar subrayó que los co-docentes sordos son quienes pueden transmitir mejor su propia cultura dentro de las escuelas para estudiantes sordos, y contribuir con ello a la formación, en el alumnado, de una sana identidad como personas sordas, que se reconocen y valoran como tales, en el marco de una sociedad intercultural.
Indicó que no fue una tarea sencilla lograr que las distintas instancias que toman las decisiones formativas y de financiamiento, se convencieran de la pertinencia que para el país tiene este diplomado.
“Es nuestro interés, y así lo han pedido los co-docentes, el que se siga avanzando en su formación, escalando un peldaño más, hacia el nivel técnico de profesorado. Para ello contamos con seguir teniendo el importante apoyo ofrecido por las tres instituciones responsables de este diplomado: Instituto Tecnológico de Santo Domingo, Instituto Nacional de Formación y Capacitación Magisterial y Simposio Internacional de Educación para Personas Sordas. A ellas, expresamos nuestro agradecimiento, en nombre de la comunidad sorda por asumir este compromiso con la mejora en la calidad de la educación que reciben las personas sordas del país”, expresó Aybar, al tiempo que agradeció a las doctoras Clara Cruz-Marte y María Córdoba por su participación activa en la coordinación general y académica del diplomado.
La lengua de señas como L1 se refiere a la lengua de señas que una persona sorda adquiere de manera natural desde su nacimiento o una edad muy temprana, como su lengua materna y la L2 o Lengua de Señas como 2da lengua que es para los oyentes.