Experta afirma normas de género en la niñez imponen limitaciones que repercuten en la adultez
SANTO DOMINGO. – Las normas de género imponen limitaciones desde la niñez que repercuten a lo largo de la vida. Es por ello que los docentes deben formarse en pedagogía con perspectiva de género, con el fin de eliminar los sesgos asociados a este, afirmó Lucero Quiroga, directora de Integración de Género en el Centro Global para la Igualdad de Género de la Universidad de Stanford.
Al dictar la conferencia “El Género: Propiciando una cultura de igualdad e inclusión en la educación, nuevos y viejos desafíos de las y los docentes”, la especialista indicó como necesario adoptar un currículo y materiales sensibles al género para evitar la reproducción de los estereotipos de género y asegurar que niñas y niños tengan acceso a modelos de comportamiento que promuevan la igualdad y la no discriminación.
“Por ejemplo que en pruebas como PISA, que se aplican a nivel mundial, los resultados arrojan que niños y niñas tienen las mismas habilidades en la ciencia, sin embargo, a nivel universitario hay más hombres que mujeres egresados de carreras vinculadas a las ciencias”, dijo Quiroga, durante el evento que dio apertura a la tercera ronda de la Especialidad en Género y Políticas de Igualdad en Educación, impartida por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), con el auspicio del Instituto Nacional de Formación y Capacitación del Magisterio (INAFOCAM).
La también egresada de la segunda ronda de la Maestría de Género y Desarrollo, impartida por INTEC, aseguró que los maestros tienen mucho qué hacer para fortalecer la autoestima de las niñas y en las actitudes de los niños sobre su relación con las niñas.
Asimismo, llamó a impartir educación sobre salud menstrual y asegurar los servicios sanitarios adecuados en el recinto escolar; a involucrar a los niños y hombres como aliados en la lucha contra las normas nocivas de género; a reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico, y a prevenir y responder a la violencia de género en la escuela.
Mientras, Desiree del Rosario, coordinadora Académica del Centro de Estudios de Género del INTEC, indicó que en esta tercera ronda de la especialidad habrá 105 participantes de las áreas de deportes, coordinadores y orientadoras provenientes de San Pedro de Macorís, Higüey, San Cristóbal y Santo Domingo. Dijo que el programa tiene 70 egresados de dos rondas anteriores, quienes en su mayoría completaron el plan de la Maestría.
Dalul Ordehi, decana del Área de Ciencias Sociales y Humanidades del INTEC, aseguró que para la universidad siempre ha sido un compromiso responder a la necesidad que tiene la sociedad dominicana de promover una ciudadanía activa y el respeto a los valores y a la diversidad. “El inicio de este programa de especialidad es la mejor manera de nosotros formar y trabajar en pos de lograr esos objetivos que no solo son institucionales, sino nacionales. Queremos una educación donde prime la igualdad y haya conciencia de género”, dijo Ordehi.
Julia Margarita Ubiera, directora de Formación y Desarrollo Profesional del INAFOCAM, dijo que la entidad está esperanzada en que la especialidad tenga un impacto positivo y que se logren mayor igualdad entre el hombre y la mujer. “Esta especialidad apuesta a marcar una diferencia en nuestra sociedad por una mejor ciudadanía”.
De su lado, Nirza Díaz directora de Equidad de Género y Desarrollo del Ministerio de Educación, aseguró que la incorporación del enfoque de género en el quehacer de la educación dominicana es una tarea importante cada vez más creciente.
En tanto que, Irene Machado, coordinadora de Postgrado del Área de Ciencias Sociales y Humanidades del INTEC, felicitó a los docentes y orientadores que cursarán la especialidad por dar un “importante paso” en el área de género y políticas de igualdad en la educación. “Es el comienzo de un camino científico, académico y tecnológico enfocado a la especialización y la formación de ustedes como docentes”.
Sobre la especialidad
La especialidad en Género y Políticas de Igualdad en Educación tiene una duración de un año y está orientada al desarrollo de las competencias que habiliten a sus egresados y egresadas para elaborar y aplicar planes y programas educativos que promuevan la equidad entre mujeres y hombres, a fin de dar respuesta a las demandas de respeto e igualdad sin discriminación.